Antes de la pandemia, el trabajo en remoto no era un concepto desconocido, pero sí poco utilizado. De hecho, según datos de la UE, en abril de 2020 solo un 9% de los trabajadores europeos teletrabajaba diariamente y un 6% lo hacía alguna vez a la semana.
Pero los confinamientos y restricciones provocadas por la COVID-19 aceleraron de forma importante el trabajo en remoto. Así, en abril de 2021 el trabajo en remoto aumentó hasta el 16%.
Está claro que no todos los trabajos son susceptibles de poder ser realizados en remoto. Pero según Eurostat, el 25% del total de los empleos europeos son “teletrabajables”.
Afectaciones sobre el mercado inmobiliario de oficinas
Lógicamente, la pandemia y el teletrabajo impactaron de forma importante en el mercado inmobiliario europeo de oficinas, especialmente tras los primeros confinamientos y restricciones. La ocupación de oficinas descendió un 22% interanual en toda la UE durante el primer trimestre de 2021 en toda la UE. Sin embargo, todo apunta a una recuperación en los próximos años.
“La ocupación de oficinas descendió un 22% interanual en toda la UE durante el primer trimestre de 2021 en toda la UE. Sin embargo, todo apunta a una recuperación en los próximos años”
Según el informe de BNP Paribas, se espera que el crecimiento económico impulse la ocupación de oficinas vacías en los principales mercados europeos hasta 2023. Se prevé un aumento modesto en los edificios nuevos y un incremento todavía más significativo en los de segunda mano. Eso sí, los precios de alquileres y compras en los principales distritos financieros de las capitales europeas se han mantenido o incluso incrementado, lo que demuestra que estos emplazamientos siguen siendo codiciados por las empresas.
Cuatro escenarios surgidos de la pandemia
Ante este contexto, son muchas las empresas que están repensando la organización de su fuerza laboral y, por extensión, recalculando sus necesidades de superficie y ubicación.
La tendencia general apunta hacia enfoques híbridos, con oficinas más pequeñas pero mejor equipadas y adecuadas. Como dice Olivier Seles, director de Innovación de BNP Paribas Real Estate, “habrá menos m2 , pero mejores m2”.
Según el informe de Arval y BNP Paribas Real Estate, todo esto dibuja cuatro nuevos escenarios cuya configuración podría afectar a flotas, movilidad e inmuebles corporativos:
1. Enfoque Híbrido: Estructura de oficinas satélite
Este escenario establece un conjunto de oficinas satélite en ubicaciones alternativas y potencialmente más económicas, en diferentes distritos de la ciudad, más cerca de los centros de transporte y hogares de los empleados. Se mantendría la sede principal, ubicada idealmente en un distrito financiero central, pero se reduciría su tamaño, con un uso flexible de espacios. Este modelo suele ser el idóneo para sectores como el financiero.
Entre las ventajas de este enfoque, se encuentran alquileres más baratos y la posibilidad de mantener abiertas algunas oficinas en caso de cierres localizados. Además, los empleados se benefician de tiempos de desplazamiento más cortos, entornos de trabajo bien ubicados y la posibilidad de volver físicamente al trabajo, formando una conexión más fuerte con la empresa que en un entorno predominantemente o completamente remoto.
En este caso, el impacto sobre las flotas corporativas tradicionales es mínimo. A los empleados sin asignación de automóvil se les podría ofrecer soluciones de movilidad alternativas, como el uso compartido de automóviles, viajes compartidos y bicicletas.
“El 35% de la población declara que se le ha hecho cuesta arriba tener que volver a invertir tiempo en desplazarse a su puesto de trabajo”
2. Maximizar el teletrabajo
La principal ventaja de este segundo escenario es el coste: se reduce al mínimo el espacio de oficinas y los costes inmobiliarios se limitan al alquiler ocasional de un espacio de coworking para las reuniones de equipo. En este modelo de trabajo prima la flexibilidad, pues los empleados pueden trabajar desde cualquier parte del mundo. Suele ser ideal para empresas del sector IT.
Sin embargo, uno de los inconvenientes de esta tipología de escenario es la ausencia de interacción física con los compañeros y una sensación de alejamiento de la empresa. Además, el informe apunta a unos costes financieros iniciales elevados, ya que las empresas tendrían que proporcionar a los empleados el mismo nivel de servicios y dispositivos electrónicos en múltiples ubicaciones. A su vez, se le suma que los alquileres de oficinas secundarias múltiples también pueden ser altos si los comparamos con los clásicos arrendamientos a largo plazo de una gran sede central.
También aquí el impacto es mínimo sobre las flotas corporativas, ya que los coches de prestaciones y de trabajo no cambian. Al igual que en el escenario 1, podría ser una oportunidad para ofrecer a los empleados sin coche asignado soluciones de movilidad alternativas, como el uso compartido de coches y bicicletas.
3. Enfoque híbrido: Modelo de trabajo flexible
El tercer escenario consiste en reformar las oficinas existentes para crear áreas de trabajo que fomenten la colaboración y cooperación entre los empleados, como salas de reuniones y espacios de trabajo más grandes. Los empleados tienen la opción de poder acudir a trabajar a una oficina física, pero también de trabajar de forma remota cuando lo necesiten.
En este caso, las flotas corporativas permanecen sin cambios, únicamente se cubrirían menos kilómetros. Asimismo, este modelo fomenta tanto la movilidad compartida, con el uso compartido del coche o soluciones de micro movilidad, haciendo uso de las bicicletas urbanas o scooters.
4. Rápido regreso a la oficina
El cuarto y último escenario es una reanudación de la actividad convencional prepandemia. Es el escenario más adecuado para empresas e industrias que dependen en gran medida del trabajo físico, como el sector de la construcción.
No tiene ningún impacto en la organización de la empresa o en la movilidad corporativa y puede ser bien recibido por los empleados deseosos de volver al trabajo y reforzar sus vínculos con la empresa. Sin embargo, no incorpora ningún aprendizaje de las prácticas de trabajo recogidas a lo largo de la pandemia y no hace nada para optimizar o hacer progresar la gestión de la flota de la empresa. Además, algunos empleados pueden ser reacios a volver a los largos desplazamientos después de haber experimentado el teletrabajo.
“El 76% de los españoles acude todos los días al trabajo y solo un 10% teletrabaja más de tres días a la semana”
El teletrabajo en España
Según un estudio elaborado por el Foro de Movilidad de Alphabet, antes de la pandemia, solo un 12% de los españoles encuestados teletrabajaba. De esta forma, se ha duplicado- hasta el 24%- el número de personas que trabajan desde casa.
Por género, los hombres teletrabajaban más que las mujeres (un 15% frente al 8%). Con la vuelta a la normalidad esta tendencia se mantiene, aunque con incrementos en los porcentajes (27% vs. 21%).
Por ciudades, Madrid es la zona de España en la que más se teletrabaja actualmente (45%), seguida por Barcelona (37%) y Sevilla (31%). En el otro extremo encontramos Pamplona y Santander, donde solo un 13% de sus habitantes teletrabaja algún día a la semana.
La vuelta a la oficina
Tras el verano y con la pandemia aparentemente bajo control, fueron muchas las empresas que decidieron retomar, en mayor o menor medida, la presencia física en las oficinas. De hecho, según el estudio de Alphabet, el 76% de los españoles acude todos los días al trabajo y solo un 10% teletrabaja más de tres días a la semana.
Pero esta vuelta a la oficina no está siendo fácil para nadie, tras meses de teletrabajo y confinamientos. Es más, el 35% de la población declara que se le ha hecho cuesta arriba tener que volver a invertir tiempo en desplazarse a su puesto de trabajo.
En este sentido, tan solo un 10% de los encuestados afirma que su empresa le ha facilitado esta “vuelta a la oficina”. Entre las ayudas más habituales están la flexibilidad en los horarios de entrada y salida. Eso sí, solo la disfruta un 5% de los encuestados. Otras medidas mencionadas han sido la ayuda con el bono de trasporte público o facilitar una plaza de aparcamiento.
“El miedo a un potencial contagio ha provocado que el 23,5% haya restringido el uso del transporte público en España”
En resumen, sigue faltando flexibilidad horaria en este país. Una falta de flexibilidad que provoca que el 64% acuda a su trabajo en la misma franja horaria que antes de la pandemia. Concretamente entre las 7 y las 9 de la mañana. Este hecho, sumado a la disminución del uso del transporte público, se traduce en que un 40% de los encuestados afirma percibir más tráfico que antes de la pandemia.
A priori, las salidas del trabajo sí son más escalonadas, aunque la mitad de los encuestados vuelve a su casa entre las 14 y las 16 horas.
Por otro lado, el Foro de Movilidad también aporta información sobre el tiempo que invierten los españoles en sus desplazamientos al trabajo. La mitad destina de 15 a 30 minutos. Un tiempo que aumenta en ciudades como Madrid, donde un 32% “gasta” entre 30 minutos y una hora para llegar a la oficina.
El coche sigue siendo el rey
Poco ha influido la pandemia en los hábitos de movilidad de los españoles. Según Alphabet, el 86% continúa desplazándose de la misma manera que en marzo de 2020. Y en este sentido, el 52,5% utiliza el coche para realizar sus desplazamientos habituales.
La mayor presencia de transporte público en las grandes ciudades provoca que el uso del vehículo privado en Barcelona (23%) y Madrid (35%) sea más baja. Pero alcanza niveles por encima del 70% en ciudades como Badajoz o Las Palmas de Gran Canaria.
El segundo modo de desplazarse al trabajo más utilizado es ir andando, con una media nacional del 33%.
En cuanto al transporte público, el autobús es el medio de transporte elegido por el 20% de los ciudadanos, seguido de quienes se decantan por el metro (un 10%). En el caso de ciudades como Madrid o Barcelona, el uso del metro se sitúa por encima del 40% y el autobús en torno al 30%.
Por otro lado, el miedo a un potencial contagio ha provocado que el 23,5% haya restringido el uso del transporte público. De hecho, el 54% de los encuestados percibe que el uso del transporte público en sus ciudades es menor que antes de la pandemia y creen, fundamentalmente, que se debe al miedo al contagio (un 90%).
Para Rocío Carrascosa, CEO de Alphabet en España, “estos datos deberían hacer que las compañías reflexionemos sobre la importancia de nuestra contribución para proporcionar soluciones que faciliten la movilidad de nuestros trabajadores, ofreciéndoles alternativas que les permitan moverse de forma flexible. Esto sin duda, contribuiría de manera muy positiva al descenso del tráfico impactando tanto en la calidad de vida de los trabajadores como en el medio ambiente”.