Hace no muchos años las predicciones de “conferenciantes gurús” y empresas consultoras sobre el futuro de la automoción se centraban básicamente en los niveles de consumo que se podrían conseguir, qué motorizaciones más o menos ecológicas se acabarían imponiendo o qué tipo de formas y carrocerías gustarían más. Todo esto ha cambiado. Y ahora son las infinitas posibilidades que permiten la conectividad y la transmisión de información y datos los que cambiarán para siempre la forma en la que conducimos y nos movemos.
Estas son algunas de las tendencias y realidades sobre el coche conectado que podremos empezar a ver en los próximos dos años. No todas ellas nacen de la industria de la automoción. Muchas proceden del universo de las aplicaciones móviles que se han implantado como complemento ya imprescindible de la movilidad, ya sea particular o corporativa, y embarcadas dentro del automóvil o en nuestro smartphone.
Máxima personalización
Ya no basta con que los vehículos permitan desplazarnos de un lugar a otro. Ahora deben empezar a ofrecer servicios a conductores y usuarios en función de nuestra localización y preferencias personales. En este sentido ya se han empezado a popularizar aplicaciones que proporcionan información sobre la plaza de párking más cercana y económica, las rutas más despejadas de tráfico o el mejor sitio para comer en función de nuestros gustos culinarios. Podría parecer que esto no es nada nuevo, pero los nuevos algoritmos de aprendizaje y contextualización permiten que ahora estas aplicaciones modifiquen sus recomendaciones en función de si estamos en día u horario laboral, si somos asiduos a un establecimiento, etc.
“Ya no basta con que los vehículos permitan desplazarnos de un lugar a otro. Ahora deben empezar a ofrecer servicios a conductores y usuarios en función de nuestra localización y preferencias personales”
En línea con la evolución de los consumidores, donde la compra de un vehículo irá perdiendo peso en favor de coches compartidos, también está prevista la llegada de coches que se transforman y adaptan en función de la personalidad o preferencias del conductor. Ello presupone la creación de un “avatar”, un usuario personalizado, que podría trasladarse de un coche a otro. Por ejemplo, un usuario de coche compartido tendrá un avatar- en su móvil o wearable- que configura la iluminación ambiente del vehículo, la respuesta de la dirección o el acelerador, su lista de reproducción musical o cualquier otro tipo de preferencias. Cuando sube al vehículo compartido, este detecta el avatar y actúa en consecuencia.
Información para mejorar el servicio (y los precios)
Nuevamente serán los softwares inteligentes y algoritmos de autoaprendizaje quienes permitan que las empresas de servicios relacionados con el automóvil proporcionen productos más flexibles y personalizados. El caso más claro es el de los seguros. Las aseguradoras podrán ofrecer precios y primas variables en función del comportamiento al volante del conductor y sus zonas de actuación más habituales. En este mismo sentido, en un futuro próximo tendremos también unas garantías variables sobre cada uno de los vehículos, ya que las marcas podrán ampliar o reducir la garantía de cada una de las unidades vendidas dependiendo del estilo de conducción, kilómetros recorridos, tipología de vías habituales, etc. Como derivada, los vehículos ofrecerán un servicio de mantenimiento predictivo, recomendando al conductor en cada momento qué debe hacer para mantener y prolongar la vida útil del vehículo.
“En un futuro próximo tendremos garantías variables sobre cada uno de los vehículos, ya que las marcas podrán ampliar o reducir la garantía de cada una de las unidades vendidas dependiendo del estilo de conducción de cada usuario, kilómetros recorridos, tipología de vías habituales, etc.”
Otra de las soluciones más interesantes afectará a la valoración de los vehículos usados, ya que cada unidad tendrá un precio único en función de múltiples variables que podrán ser conocidas: estilo del conductor anterior, estado exacto del vehículo y desgaste, etc.
Atención especial merece el impacto que esto puedo tener, por ejemplo, en las cuotas de renting futuras debido a la integración y modificación constante de variables como el valor residual, la prima de seguro, la garantía o el comportamiento del conductor.
El coche convertido en red
Son muchos los coches que cuentan con la posibilidad de convertirse en un módem wi-fi para los dispositivos de todos los ocupantes del vehículo. Pero en poco tiempo veremos cómo los vehículos integran en su estructura una arquitectura Ethernet. Es decir, todos aquellos elementos y protocolos necesarios para que el propio vehículo se convierta en una red de conexión de alta velocidad. Y no sólo para que podamos descargarnos todo tipo de contenidos audiovisuales o cartográficos. Y es que el hecho de que un coche cuente con una conexión Ethernet es básica e imprescindible para el futuro de los coches autónomos y semiautónomos, que deberán recibir inputs y datos de los diferentes elementos que se encuentren en la vía: semáforos, sensores, otros vehículos, edificios… La comunicación de los datos debe ser rápida y precisa. Si no es así, el coche autónomo fracasaría porque, por ejemplo, no podría dar la orden de frenar con suficiente antelación cuando un semáforo comunique que está en rojo.
Por otro lado, la red Ethernet actuará como núcleo de comunicaciones y sustituirá al actual CAN (Controller Area Network) que hoy en día es el principal método de comunicación de un coche y que funciona a solo 1 megabit/segundo. Con Ethernet se pasará a varios megabytes de velocidad de conexión. Además, las múltiples redes que existen hoy en un vehículo (audio, cámaras de visión, bluetooth…) necesitan de un cableado que puede llegar a unos 10 kg de peso. Con Ethernet todo este cableado desaparecerá, aligerando así el peso total del vehículo.
Actualizaciones y mejoras
Tal como ocurre con las constantes actualizaciones de las aplicaciones móviles, también los coches podrán ser actualizados a distancia. Esto permitirá, por ejemplo, que los fabricantes puedan actualizar el software del motor para conseguir menores consumos o solucionar posibles defectos sin pasar por el taller.
“Los fabricantes puedan actualizar el software del motor para conseguir menores consumos o solucionar posibles defectos sin pasar por el taller.”
Por otro lado, el hecho de que el coche vaya proporcionando y enviando datos al fabricante sobre el comportamiento del vehículo y la interacción del conductor sobre diferentes sistemas también permitirá mejorar los vehículos. Será como tener millones de vehículos en un “test drive” constante, optimizando sistemas de asistencia, dirección, comportamiento, confort, situaciones de peligro… De hecho, con toda esta información podría llegarse a construir un vehículo totalmente adaptado a las preferencias y estilo de conducción de cada conductor a partir del historial de circulación de un usuario.
Seat, protagonista en el MWC
Uno de los grandes protagonistas del MWC 2016 fue SEAT, quien ha firmado una alianza tecnológica junto a dos monstruos del sector de la electrónica y las comunicaciones: Samsung Electronics y SAP SE. El objetivo es desarrollar proyectos de futuro para el coche conectado. Una de las novedades que llegará a Europa en los próximos meses es la plataforma Samsung Pay- pasarela de pago a través del móvil-, que ya se utiliza en Corea del Sur y EEUU. Ello permite que en combinación con SEAT ConnectApp sea posible reservar una plaza de aparcamiento desde cualquier ubicación mediante el reconocimiento de la huella dactilar, guíe al conductor hasta el parking reservado y abra la barrera de seguridad de manera automática al reconocer el coche. Al finalizar la estancia, el conductor podría pagar directamente desde la aplicación y sin salir del coche.
Otra de las propuestas es la evolución de Digital Key del pasado año, una solución para abrir y cerrar las puertas, poner en marcha la climatización y bajar y subir las ventanas desde fuera del coche, desde un smartphone o un smartwatch. Pero la novedad de este año es una función a la que se podrá acceder en un futuro en un coche SEAT. Consiste en autorizar a otra persona el uso del coche sin tener que estar en posesión de la llave, incluso si las personas se encuentran en localidades distintas. Se expide una autorización segura transfiriendo una copia virtual de la llave digital del coche al smartphone o dispositivo móvil de la otra persona: un duplicado de la llave con un simple gesto. El duplicado de la llave digital se puede configurar con un tiempo máximo y la autorización queda revocada cuando llega la hora programada. Este proyecto también contempla la gestión de las llaves virtuales. En un estadio más avanzado del proyecto incluso se podría configurar y restringir una serie de funciones o prestaciones del coche como limitar la velocidad máxima o especificar el modo de conducción para incrementar la eficiencia del coche, entre otras posibilidades.
Por último, SEAT ha trabajado en colaboración Accenture en el desarrollo de una aplicación futura que permite conectar el coche y el hogar, alertar al conductor del estado del automóvil y monitorizar el comportamiento del conductor. De esta forma, el usuario puede conocer, por ejemplo, los niveles de aceite y gasolina incluso si el coche está aparcado. La solución también lleva integrada la asistencia en carretera. En caso de avería, se pueden compartir con la compañía involucrada los detalles y la naturaleza del fallo, así como el lugar del siniestro.
También será posible controlar en remoto electrodomésticos. Por ejemplo, a través de la geolocalización se puede, por ejemplo, replicar la temperatura del coche de manera automática en el momento en que éste se encuentre a cierta distancia del hogar, así como la programación remota del termostato, las luces o las cámaras de seguridad.