Se trata de MAGNATEC STOP-START, un lubricante de motor especialmente diseñado para ayudar a proteger los vehículos frente al desgaste del motor causado por la conducción con constantes ciclos de arranque-parada.
Según datos de un estudio, un conductor medio para y arranca su vehículo hasta 18.000 veces al año, desgastando de forma microscópica aunque constante los motores. El nuevo lubricante de Castrol contiene unas moléculas inteligentes que se adhieren a las piezas críticas del motor y forman una capa autorreparadora de protección. Incluso si las moléculas se dispersan en el proceso de protección, otras las reemplazan rápidamente para restaurar la capa protectora. En este sentido, las moléculas ayudan a proteger las piezas críticas del motor durante la conducción con ciclos de arranque-parada.