Según Enric Asunción, CEO de la compañía, “el rápido crecimiento que está experimentando el mercado en Estados Unidos nos avoca a tener que incrementar la capacidad a corto plazo, por ello la mejor opción es abrir una planta para abastecer la demanda local con el beneficio adicional de la generación local de trabajo y el impacto económico positivo que una implantación como ésta genera”.
Wallbox dio el salto al mercado norteamericano en 2020, lanzando a principios de este año la versión americana de su modelo Pulsar Plus, su cargador residencial más vendido mundialmente. “Desde enero del 2020, hemos expandido nuestra distribución de poco más de 30 países a 61 y sumando”, ha confirmado Asunción.
El anuncio se produce pocos días después que Wallbox confirmara la apertura de una nueva planta en la Zona Franca de Barcelona, sede mundial de la compañía, para doblar su capacidad de producción. Una nueva fábrica cuya entrada en funcionamiento está prevista para el tercer trimestre de este año. Además, tras un acuerdo con Iberdrola y la instalación de placas solares fotovoltaicas, la nueva planta producirá, consumirá y reutilizará el 100% de la energía de la producción de su planta y oficinas.
Un crecimiento constante
Los resultados de Wallbox este año son más que positivos, con un primer trimestre marcado por otro récord de ventas “gracias en gran medida a la estrategia global de expansión de la compañía, la agilidad de la cadena de suministro durante la pandemia, al crecimiento de los incentivos gubernamentales para aceleración de la movilidad eléctrica en varias regiones tales como Europa, Estados Unidos y China.”
Es más, en algunos de los mercados de mayor y más rápido crecimiento como Reino Unido o Alemania, las ventas de la compañía en este trimestre han superado los números totales del 2020.