Las compañías de rent-a-car aportaron un 26% menos de vehículos al mercado de segundo mano en 2021.
En concreto, fueron 105.000 vehículos menos que en 2020, según datos de MSI para Sumauto, especialista en portales verticales de automoción.
De esta forma, las alquiladoras se refuerzan y aprovisionan frente a la actual crisis de los microchips y unas mejores perspectivas turísticas para este año. Y es que los operadores de rent a car dejaron de vender parte de su flota y alargaron los contratos, que suelen durar de media nueve meses, debido a la falta de flujo de vehículos desde las fábricas por la crisis de los microchips y los retrasos en las entregas. Esto los obliga a retener coches para hacer frente a la temporada turística.
En el otro lado de la balanza, el renting aportó en 2021 hasta 115.000 unidades al mercado de VO, un 12% más en comparación con el año anterior.
Según este informe, los operadores de renting buscaron minimizar los efectos de la crisis en los clientes potenciando la compra anticipada de vehículos y garantizando cierto grado de rotación. También han impulsado fórmulas para no limitarse a los cuatro años habituales de contrato, buscando vías para acortarlos o alargarlos antes de pasar al mercado de VO.
También hay que destacar el crecimiento de las importaciones, que contribuyeron con 90.000 unidades al mercado de VO, un 28% más que en 2020.
Ante la falta de stock, el precio del VO se ha incrementado. En concreto, los diésel y gasolina subieron un 7%, hasta superar los 18.300 euros, frente a los 17.000 euros de un año antes, según datos del Green Car Monitor VO de autobiz. En el caso de los “electrificados”, la subida fue de un 10%, con un importe medio que roza ya los 30.000 euros.