Se trata de una aeronave eléctrica, que funciona de forma autónoma y puede transportar hasta 200 kilogramos de carga con una autonomía de 40 kilómetros.
El dron cuenta con 9,15 metros de diámetro y 2,15 metros de altura y pesa 600 kilogramos.
Según Jochen Thewes, CEO de DB Schenker, “cuando las infraestructuras de los medios de transporte convencionales están sobrecargadas o son inexistentes, los drones de carga ofrecen la oportunidad de replantear las rutas de transporte. Así, las posibles aplicaciones en logística del Volodrone son ilimitadas”.
Las futuras aplicaciones logísticas del dron de carga pesada incluyen lugares a los que es difícil o más lento acceder por otros medios, como islas, entregas de tierra a barco, transporte a regiones montañosas o lugares aislados de carretera que hayan sufrido desastres naturales. Además, las entregas dentro de las ciudades también son posibles casos de uso del dron.
DB Schenker y Volocopter llevan meses realizando diferentes pruebas en aeropuertos alemanes.