Era cuestión de tiempo que la electromovilidad llegara a los parques móviles de las empresas funerarias. De hecho, tiene mucha lógica que un vehículo eléctrico pueda utilizarse como coche fúnebre. No solo por sus beneficios medioambientales o por su silencioso funcionamiento. Y es que al no contar con sistemas de admisión y escape, elementos problemáticos cuando se circula constantemente a baja velocidad como lo hacen los coches fúnebres, se reducen los costes de mantenimiento.
Según Nissan hay en España más de 6.000 vehículos fúnebres que “irán poco a poco siendo sustituidos por las motorizaciones eléctricas.” El primer ejemplo son las dos unidades de coches fúnebres eléctricos que acaba de incorporar Funespaña para sus centros de Pamplona y Alcalá de Henares.

En concreto se trata del modelo Lumen, un vehículo eléctrico carrozado sobre el bastidor del Nissan Leaf, diseñado y comercializado por parte de Bergadana.
Con una autonomía de hasta 369 kilómetros en su versión más potente, el Lumen ha mejorado en aerodinámica y se construido con materiales ligeros y resistentes al mismo tiempo, como el ABS termo conformado para el desarrollo del interior. Del mismo modo, también se ha hecho uso de la tecnología LED para la iluminación interior.

También el transformador INDUSAUTO ha diseñado y desarrollado otra variante del LEAF eléctrico fúnebre. La zona de carga goza de un elevado y amplio espacio para para realizar las funciones para las que está definido. INNOVe, que así se denomina esta adaptación del LEAF eléctrico, viene equipado con plataforma extraíble y puede dotarse además de elevaféretros y portaurnas. Se da cabida a coronas y centros florales, permite la utilización de cortinas laterales, quedando integradas en el techo o film oscurecedor en lunas.