El Departamento de Policía de South Pasadena, en el condado de Los Ángeles (California), se ha convertido en el primer cuerpo policial de los EEUU que dispone de una flota 100% eléctrica.
La transición de esta flota policial supone la culminación de un trabajo de más de tres años de investigación y análisis, que incluyeron un seguimiento minucioso del progreso de más de 35 departamentos policiales en los Estados Unidos que ya han integrado uno o más vehículos eléctricos en su flota.
Los vehículos elegidos en este caso han sido de la marca Tesla. En concreto, 10 unidades del Model Y para patrullaje; y 10 unidades del Model 3 para desplazamientos de los detectives o funciones administrativas.
Para recargar los vehículos se han instalado un total de 34 cargadores en las instalaciones tanto del Departamento de Policía como del Departamento de Bomberos, estando 14 de estos cargadores disponibles para cualquier ciudadano.
Por otro lado, para poder recargar incluso en caso de cortes eléctricos, se ha incluido un sistema que almacena energía solar en baterías ubicadas en el Ayuntamiento, la estación de policía y la estación de bomberos, garantizando así la resiliencia energética.
“La electrificación de este cuerpo de policía tiene como consecuencia un ahorro estimado anual de 4.000$ por vehículo en costes de energía, pero también en mantenimiento”
Beneficios
La transición a vehículos eléctricos tiene importantes beneficios medioambientales directos, evitando la emisión de CO2 y otros gases contaminantes. De hecho, una de las principales motivaciones de la ciudad para pasarse a los vehículos eléctricos fue proteger la salud pública y mejorar el medio ambiente. Esto es especialmente importante en el área de Los Ángeles- donde se encuentra South Pasadena-, que tiene el aire más insalubre de los EEUU. La eliminación de los coches gasolina y su absoluta sustitución por vehículos eléctricos forma parte de un ambicioso proyecto de sostenibilidad impulsado por esta ciudad californiana que abarca todos los ámbitos, no solo el de la flota policial.
En cualquier caso, se tuvo en cuenta que los vehículos policiales de combustión son elevados emisores contaminantes por su tipología de actividad: suelen estar al ralentí más que otros vehículos cuando los agentes realizan paradas de tráfico o responden a llamadas de emergencia, lo que aumenta considerablemente las emisiones. Además, en algunos modelos, los motores de combustión deben seguir funcionando, y contaminando, solo para alimentar las luces de emergencia, radios y otros equipos cruciales utilizados en los vehículos. En contraste, los vehículos eléctricos no emiten emisiones en ningún momento.
La electrificación de este cuerpo de policía también tiene como consecuencia un ahorro estimado anual de 4.000$ por vehículo en costes de energía, pero también en mantenimiento (menores costes en frenos, inexistencia de cambios de aceite, etc.)
En total, se espera que el coste operativo de los vehículos eléctricos sea como mínimo la mitad del coste por milla de los vehículos a gasolina.
El Jefe de Policía de South Pasadena, Brian Solinsky, resaltó las ventajas adicionales de la electrificación: "Esta iniciativa no solo proporciona vehículos más seguros para los agentes de policía y el personal, sino que también supone reducciones sustanciales tanto en costes de combustible como de mantenimiento. Simultáneamente, esta transición mejora los niveles de servicio del cuerpo policial, al minimizar el tiempo de inactividad de mantenimiento en comparación con los vehículos de combustión."
“Para poder recargar incluso en caso de cortes eléctricos, se ha incluido un sistema que almacena energía solar en baterías ubicadas en el Ayuntamiento, la estación de policía y la estación de bomberos”
Inversión
A nivel de inversión, los costes ascienden a cerca de 2 millones de dólares, sin contar las aportaciones a fondo perdido de agencias estatales y gubernamentales. Estos 2 millones de dólares cubren el coste de los cargadores y los pagos del leasing.
En este sentido, la policía de South Pasadena explica que “el leasing fue la única opción viable y rentable para adquirir la cantidad de vehículos necesarios para reemplazar toda la flota de una vez. El arrendamiento a sesenta meses con opción de capital abierto ofrece flexibilidad adicional. Al final del término del contrato, las opciones son adquirir la flota por el valor residual, extender el leasing por otros seis o siete meses para pagar el saldo residual o utilizar el capital en la flota para entrar en un nuevo leasing.”
En este caso, la empresa elegida para la operación fue Enterprise Fleet Management a través de un programa de compras cooperativas. Las compras cooperativas son adquisiciones “realizadas por, o en nombre de, una o más Unidades de Adquisición Pública, según el Código Modelo de Adquisiciones de la Asociación Americana para Gobiernos Estatales y Locales.”
Además, también se apostó por una herramienta de gestión (Standard Fleet) para monitorear los costes y garantizar el buen estado a largo plazo de la flota. Este software ofrece control completo sobre la carga, el mantenimiento y la asignación de los vehículos de forma individualizada.
Sin duda, esta transformación apunta a un nuevo paradigma en los EEUU para flotas policiales y de emergencias. Una tipología de flotas que, tradicionalmente, han sido reacias a introducir vehículos eléctricos debido a potenciales problemas como la escasa autonomía, la posible incapacidad de recargar en caso de fallo eléctrico y preocupaciones acerca de la juventud de esta tecnología. Pero parece que todo esto está cambiando.
Policías eléctricas en España
Los cuerpos policiales españoles no son una excepción a la hora de electrificar sus parques móviles.
La Guardia Civil está apostando por vehículos enchufables, ya sean PHEV o BEV. Entre los modelos elegidos recientemente incorporados encontramos el Cupra León e-Hybrid, el Renault Mégane E-Tech o el Mitsubishi Cross Eclipse PHEV.
También la Policía Nacional ha incorporado algunos furgones eléctricos para la división científica.
Las policías de ámbito local no son ajenas a la electrificación, especialmente en el ámbito de las motocicletas. El caso más paradigmático es el de Cooltra. Este operador ha entregado más de 1.000 motos eléctricas a más de 150 cuerpos policiales y administración pública.