Las tres principales conclusiones de esta edición del “Arval Mobility Observatory” son las buenas perspectivas de crecimiento, un crecimiento de la electrificación en las flotas corporativos y un salto importante hacia la reducción de emisiones.
Las flotas españolas, siempre optimistas
Como era de esperar, el informe de Arval refleja cómo se ha reducido la incidencia de la crisis sanitaria y cómo España supera a la UE en el crecimiento de flotas de todos los tamaños de empresa, al menos en lo que se refiere a este ejercicio. El 21% de las firmas españolas mantienen las expectativas de crecimiento para este año. Eso sí, de una forma más moderada respecto al año pasado (16% vs. 31% en 2021).
En lo que se refiere al próximo trienio, el 20% de las empresas que superan los 500 empleados espera aumentar su tamaño, por sólo un 7% que estima que reducirá unidades, aunque las perspectivas de mejora aumentan conforme disminuye el tamaño de las compañías. Así, el 22% de las pymes atisba perspectivas de mejora, frente a las que creen que tendrán que reducir unidades (5%).
Los números de las empresas en el ámbito continental, sin importar su tamaño, son algo más optimistas: el 23% refiere que está decidida a aumentar flota y solo un 5% que reducirá unidades.
Por otro lado, llama la atención la poca afectación de la COVID-19 en las flotas. Según este estudio, el 90% de las firmas locales no cambió sus planes por el virus frente al 80% de la media europea.
Reduciendo la huella de la flota
Las empresas están realizando importantes políticas en materia de sostenibilidad. Y así se refleja en el estudio, donde la mitad de firmas españolas afirma haber tomado medidas para reducir la contaminación de sus vehículos. Reducir las emisiones de CO2 es la principal medida adoptada por las flotas (53%), por delante de lanzar otro tipo de contaminantes (40%), evitar la dispersión de Nox (39%) y de partículas finas (23%).
En cuanto a las razones detrás de estas políticas medioambientales, encontramos la preocupación por generar menos emisiones contaminantes (49%), racionalizar el gasto de combustible (44%), cuidar la imagen pública de la empresa (41%) y poder conducir en zonas urbanas restringidas (39%).
En este sentido, sigue aumentando la diversidad del mix energético y de las opciones electrificadas en la construcción de las flotas. El 84% de las empresas españolas afirma que ya cuenta o prevé implementar al menos una tecnología en los próximos tres años.
El vehículo híbrido es la opción preferida y un 58% introducirá este tipo de unidades en el próximo trienio, 20 puntos porcentuales más que la media de la UE, mientras que la elección de híbridos enchufables alcanzará el 44%. El 40% de las compañías prevé introducir unidades eléctricas.
Los LCV eléctricos, al alza
Este año, el informe de Arval ha preguntado a los gestores de flotas sobre la posibilidad de incorporar vehículos comerciales eléctricos. La intención creció el pasado año tanto en España como en el resto de la UE. Eso sí, parece que pero los precios de la electricidad han frenado las previsiones de implantación para este ejercicio. De momento, sólo el 6% de las compañías españolas lo implementó el pasado año, aunque un 48% tenía previsto acometer el cambio en el próximo trienio, por lo que los números globales se mostraban parejos a los del resto de la UE. En 2022, estos modelos compondrán el 10% del total de las flotas y podrían llegar al 28%, tres puntos porcentuales más que el resto de Europa.
Barreras a la electrificación
Como viene siendo habitual, la escasez de puntos de recarga públicos es el principal inconveniente aducido por las firmas españolas (44%) para no electrificar en mayor medida su flota. Una razón a la que siguen el mayor precio de estos vehículos (42%) o la imposibilidad de que los empleados los recarguen en sus domicilios (42%) son otras de las razones esgrimidas. Por otro lado, sólo el 14% confirma que no apuesta por vehículos eléctricos porque los empleados no quieren utilizarlos.
Puntos de recarga
Es interesante analizar cómo afrontan la instalación de puntos de recarga las empresas españolas. El 48% todavía no dispone de ningún cargador en sus instalaciones, aunque el 23% tiene previsto instalarlo en el próximo año. También es interesante observar que las empresas más pequeñas son las que tienen más puntos de recarga. De hecho, el 53% de las empresas de menos de 10 empleados tiene al menos una instalación.
Por otro lado, el 24% de los conductores tiene que afrontar el coste de habilitar uno en su domicilio frente al 17% de los casos, donde la empresa se hace cargo.
Por último, el 17% de los empleados debe pagar la recarga si realiza la operación en las instalaciones de la empresa y el 14% lo hace forma gratuita.
El renting, consolidado en España
España es el país europeo donde el porcentaje de aceptación del renting es más alto (54%), seguido de cerca por Italia, Francia y Grecia, todas cerca del 50%. Además, es el sistema de financiación que tiene previsto utilizar el 34% de los compradores de vehículos pertenecientes a la Unión Europea. A escala mundial, Marruecos (62%) lidera el ranking seguido de Chile (55%) y Perú.
Gestión de flotas y alternativas de movilidad
Según los datos del observatorio de Arval, el 42% de las compañías españolas cuenta con al menos un servicio adicional para gestionar su flota. Entre los más mencionados se encuentran la formación para mejorar la seguridad (41%), las que permiten el ahorro de combustible (34%), el reporte digital (32%) y la telemática (31%). También destaca el uso de renting de vehículos usados (23%) y el renting flexible (19%).
Por otro lado, el 69% de las empresas españolas utilizan al menos una solución de movilidad alternativa al coche de empresa, lo que las sitúa en el rango alto en comparación con los países de su entorno y por encima de la media de la UE (65%). A ello hay que añadir que otro 13% considera introducirlas en el próximo trienio.
Sin embargo, muy pocas empresas renunciarían a la totalidad de la flota corporativa o parte de ella en favor de otras alternativas. La opción más valorada, aunque sólo mencionada por un 14% de los consultados, sería la de alquilar vehículos a corto o medio plazo para transportar empleados, seguida del coche compartido (12%) o elaborar presupuestos de movilidad (8%). La renuncia salarial apenas tiene apoyo y compartir viajes ni se contempla.
Telemática y vehículo conectado
Las flotas españolas siempre han estado por delante de la media europea en lo que a implantación de la telemática se refiere. Así lo vuelven a reflejar los datos del estudio este año, donde se corrobora que el uso de herramientas telemáticas o soluciones de coche conectado ya son incorporadas por el 43% de las flotas españolas, mientras que en el resto de la UE apenas los utilizan un tercio. Más de la mitad (53%) de las firmas locales de entre 100 y 499 trabajadores disponen de estos dispositivos, seguidas de las que suman más de medio millar de empleados en plantilla (41%), casi el mismo porcentaje que acumulan las más pequeñas (40%) y por encima de las que emplean entre 10 y 99 personas (37%).
En cuanto a los motivos de utilización de esta herramienta, destacan conocer en todo momento la ubicación exacta de los vehículos y mejorar su seguridad (39%), seguidas por la mejora de la operatividad (30%) y de la seguridad de los conductores (29%) así como la reducción de costes (26%).
Recuperación del mercado
La recuperación del mercado automovilístico español se efectuará en varias etapas y no se consolidará hasta 2023, siendo 2022 un ejercicio de transición. Todo dependerá de la evolución de la pandemia, la solución de la crisis de los microchips y del desenlace de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Las estimaciones señalan que a lo largo del presente ejercicio se matricularán cerca de 1.040.000 vehículos, un 2,8% más que en 2021, para superar los 1,1 millones de placas en 2023.
El canal de empresa crecerá un 5,4% mientras que el del alquiler será el segmento que más caiga porcentualmente, al retroceder un 16,4%.
En el caso del renting se prevé que las cifras prepandemia se superen a lo largo del presente ejercicio en el caso de los turismos, en el que se rozarían las 176.000 matriculaciones. El segmento de comerciales comenzará a repuntar a partir de 2023, pero siempre en términos menores a los anotados en los años que precedieron a la crisis sanitaria.